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Francisco Rodríguez Cortés, Juez del Año 2023. Un cuadro natural para Magistrado.

El premio al Juez del Año 2023 que otorga el Tribunal Superior de Justicia fue atribuido a Francisco Rodríguez Cortés, actual Juez del juzgado tercero civil de Comalcalco. Un premio para celebrar pues la trayectoria del Juez Rodríguez Cortés le otorga la luminosidad que los premios institucionales a veces tienden a negarse a sí mismos. Pero este año no. Con una larga carrera judicial, ese premio es la culminación de una etapa en la cual ha sido Juez, catedrático, y Consejero del Consejo de la Judicatura.

Ahora es un candidato natural para uno de los tres sillones de Magistrado cuyos nombramientos se resolverán en enero próximo.

Desde 1993 inició su carrera en la administración de la justicia y en 1995 fue nombrado Juez de Paz en Tacotalpa. “Ese momento lo recuerdo con mucha nostalgia pues fue uno de los días más importantes de mi vida personal y profesional ya que desde el inicio mi objetivo era ser juez”, dijo en su discurso de recepción del premio al Juez del Año. Enseguida compartió una emotiva anécdota:

Cuando me comunicaron que me habían designado juez, la emoción me invadió y sólo pregunté ¿desde cuándo? Y me dijeron a partir de hoy, entonces salí de juzgado cuarto civil de este municipio en el cual me encontraba adscrito como conciliador judicial para dirigirme a toda prisa a los taxis colectivos de Tacotalpa para presentarme en el juzgado de paz.

Francisco Rodríguez Cortés es egresado de la Licenciatura en Derecho por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, y es Doctor en Derecho. Tiene una carrera judicial de 25 años de antigüedad.

El ser juez es el máximo reconocimiento de la función jurisdiccional. Para mí es un orgullo pertenecer al Poder Judicial y hoy es uno de los días más importantes de mi vida.

Pero los premios no deben ser pequeños monumentos para petrificar un momento glorioso. Deben ser impulsores en la dinámica de la persona honrada y de la sociedad que lo honra. Los que otorgan y los que reciben los premios deben concebir que éstos generan una dinámica y no una estática. Y son los jueces reconocidos y probados por una carrera judicial, dedicados a la administración de la justicia sin oscuridades, los que deben ser consagrados en los más altos cargos de la dignidad judicial.

Y justamente esto debería ser el caso del juez Francisco Rodríguez Cortés. Debido a una reforma del Poder Judicial se abrirán tres puestos de Magistrado en el TSJ en enero próximo. Desde los romanos, la magistratura es uno de los cargos más prestigiosos en la sociedad y en un Estado. La alta responsabilidad de impartir justicia respalda la idealización de los conceptos del Bien, la Justicia misma, y los Derechos Humanos.

Un principio –aunque filosófico– destaca que la selección virtuosa de un Magistrado debe observar en la persona elegida una rectitud de acuerdo a principios y a la ética, conocimiento profundo de las cuestiones jurídicas, reconocimiento público de sus pares y de la sociedad, y un perfil humanista. El Juez Francisco Rodríguez Cortés reúne todas esas cualidades para ser Magistrado en enero próximo.

El Poder Judicial mandaría un mensaje a la sociedad de que es una institución donde las carreras judiciales son la garantía de la imparcialidad de los jueces, pues no hay mayor legitimación que las Magistraturas sean el punto culminante de los jueces que han estado en contacto directo con la sociedad, percibiendo cómo se mueven los fenómenos y cómo responde la ley, su interpretación, y sobre todo la ciencia de la aplicación de su interpretación. Un juez resolutor es de gran valía para la administración de la justicia. Y estos jueces lo son después de una larga trayectoria como juzgadores, porque eso les da la institucionalidad y la seguridad del criterio formado por el estudio y la experiencia.

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