Felipa viola los derechos humanos
de una estudiante en la reunión de conciliación
Los estudiantes reivindican no sólo
su dignidad sino a toda su generación.
Impecable y magnífica protesta.
Felipa me acusa de instigar el movimiento.
Felipa acusa a los estudiantes de alcoholizarse.
Felipa aplicó el Manual de Procedimientos Autoritarios.
Quiso empezar el día como si fuera uno más cuando ya tenía la tormenta a las puertas de su oficina, y horas después terminó abandonada en el auditorio de la División de Ciencias Sociales. Fue un día más bien triste: esa directora, las autoridades y los mediadores que enviaron se empeñaron en sostenerla, defenderla. Eso sólo provocó que esa directora pasara al siguiente nivel: el descaro.
A temprana hora esa directora mandó a cubrir el Juchimán que hay en la explanada y un mural que mandó a hacer recientemente con el claro mensaje de que no fuera ser que los estudiantes lo dañaran. Ellos habían convocado a un paro a las 10h00 para exigir la renuncia de esa directora. Esa fue la primera reacción a una semana de protestas, marchas, y manifestaciones de los estudiantes. Poco después de las 8 de la mañana publicó en un Whatsaap donde sólo ella puede publicar una circular de la administración dirigida a los docentes para… anunciarles sus vacaciones de Semana Santa. Oh my god. Desde anoche el repudio general de los estudiantes a su presencia en la dirección fue coronado por un comunicado oficial del presidente de la Sociedad de Alumnos llamando al paro de hoy. No hizo ningún pronunciamiento sobre las protestas, ni mensaje de cordialidad. De hecho no lo hizo en todo el día. Las dos veces que habló públicamente fue para mostrar su descaro.
La protesta se desarrolló magníficamente. Los estudiantes mostraron un autocontrol y una organización admirable. Lo mismo con la reunión que tuvieron en el auditorio con los “mediadores” que mandó la Oficina del Abogado General: impresionante la precisión de las ideas y de las exposiciones de los atropellos que ha sufrido por parte de esa directora: la lucidez, la civilidad, la firmeza de los estudiantes, la mesura, la tolerancia sobre todo ante unos “mediadores” que en todo momento quisieron burlarse de ellos, empatanar el reclamo (ellos entraron a esa reunión sólo para que esa directora les dijera si renunciaba o no, no para una terapia). En algún momento una estudiante expuso su caso de violación por parte de quien era su mejor amigo en la Universidad de acuerdo a su testimonio. Al terminar el “mediador”, que hacía una relatoría de todo lo que acababan de decir los estudiantes que exponían sus casos, le dijo: “Tal vez lo más doloroso sea la traición de quien era tu mejor amigo en la Universidad y no el dolor físico”. De esa calidad emocional, moral e intelectual del señor “mediador”.
Pero los estudiantes no se dejaron. Para mí queda claro que con este movimiento de hoy no sólo reivindicaron su dignidad y, aunque algunos no lo perciban aun, la dignidad de la comunidad completa de la Dacsyh que incluye a académicos, trabajadores sindicalizados, y administrativos, sino que hoy reivindicaron el mal concepto que se tiene de su generación. Demostraron que no son mentes ni personalidades estupidizadas por las redes sociales ni por Peso Pluma, Bad Bunny o la inteligencia artificial. Esa es la revelación cultural de este movimiento. Una revelación de suma importancia, por la que este movimiento habrá valido la pena en la historia de la universidad.
A las 9h41 publiqué en Facebook un Telegrama Urgente dirigido a esa directora. Me llegaban los primeros mensajes con imágenes y textos compartidos. Pronto me di cuenta que ella no iba a comunicarse con los estudiantes. En ese Telegrama le dije entre otras cosas “Debe salir a expresar cordialidad y adoptar una actitud conciliadora, humana y humanista … No puedes continuar ignorando los reclamos. No es conveniente para nadie. Ningún puesto de poder vale poner en riesgo la armonía humanista de nuestra Universidad. Porque como dice el verso de José Emilio Pacheco ‘Vale el poder lo que el polvo’”. Era una manera muy elegante y sutil de decirle que renunciara.
El día de ayer intenté lograr consenso con varios colegas para hacer un pronunciamiento en apoyo a los estudiantes: 0.
De manera que hoy en la mañana decidí hacer un pronunciamiento como Profesor Investigador. Decidí dar fe, con pruebas, de que yo estaba cierto de que el movimiento estudiantil era legítimo. Esas pruebas son los dos amparos gracias a los cuales puedo presentarme a dar clases en la Dacsyh. Cuando se tienen pruebas contundentes de violación a derechos humanos no son para guardarse sino para exhibirlas, no para “aventajarse” sino para fortalecer la credibilidad de los que reclaman justicia: la sociedad necesita ver que hay respaldo serio, concreto, para que quede claro que no se trata de una revuelta y que los arrasen sin que a nadie le importe. Esos dos amparos que tuve que promover ya cumplen su objetivo desde hace un año. Tengo un equipo de abogados amigos míos extraordinarios que me ayudan a darle seguimiento y a substanciarlo. Digo esto para que las autoridades o algún despistado no piense que, después de que llevo un año enfrentando la arbitrariedad de esa directora y del aparato de la Oficina General del Abogado le dé por pensar otra cosa. Yo libro mis batallas con la ley en la mano, la oportunidad procesal, y con mi propio valor civil.
En mi pronunciamiento de apoyo a los estudiantes también agregué dos cosas importantes: una invitación a los académicos a pronunciarse a favor del movimiento, y solicitar también la renuncia de esa directora. Para entonces los académicos ya estaban participando en apoyo a los estudiantes, declarando en las redes y redactando sus propios pronunciamientos.
Poco después de publicar mi pronunciamiento en apoyo a los estudiantes, me dije que en este asunto, el mandamás es el Rector. Para qué darle vueltas. Que si la junta de gobierno. Que si el Consejo Divisional. Cierto, son las instancias que hay que respetar para los procedimientos. Pero la tramitología es una cosa, la decisión es otra. La decisión la toma el jefe. Y el jefe de todo el aparato administrativo de la Ujat es el Rector. Claro que no es intocable, mal haríamos en considerar que no se le puede tocar ni con el pétalo de un chocolate o de una rosa. Hay que respetar su investidura pero no ser domesticados. De manera que se me hizo evidente que había que decirle al Rector que le pidiera la renuncia a esa directora. Así, directo. Nada de un envuelto en papel celofán y moño de regalo. Esto es asunto serio, se trata de la dignidad de los estudiantes, pero también de los académicos y de los trabajadores que hacen su trabajo con nobleza. Y el Rector también ha cometido sus errores, serios, para proteger a esa directora, y que son del dominio público. Así que publiqué este Telegrama Urgente dirigido a Guillermo Narváez Osorio:
El descontento y las protestas de las alumnas y alumnos de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades, a la cual estás adscrito como académico, son inocultables y del dominio público en Tabasco y el resto de la República Mexicana. La Directora Felipa Nery Sánchez Pérez ha violado sistemáticamente los derechos humanos de los académicos y de las alumnas y alumnos durante cuatro años, alcanzando un frenesí en el último año. Estos abusos de poder, de encubrimiento, de desafío incluso a los jueces federales que han otorgado amparos a académicos y estudiantes, lo conoces bien, lo sabes bien, porque se te ha informado, y porque has dado órdenes a la oficina del Abogado General que traten siempre de “voltear” esos amparos, y sobre todo, lo sabes bien porque tú mismo firmas los informes justificados que te solicitan los jueces federales, donde siempre pides que se nieguen los amparos aún cuando sabes, como abogado, que cuando un juez federal da procedencia a un amparo es porque no hay duda sobre la violación a los derechos humanos del quejoso. Has hecho esto para defender a Felipa una y otra vez, tengo pruebas de eso. Ahora que su comportamiento inapropiado violatorio de la Constitución y del Estatuto General, del Estatuto del Personal Académico, del Código de Ética de la UJAT, y de la Constitución General de la República ha provocado el colapso de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, y que los estudiantes, con una valentía inédita que no se había visto 40 años, reclaman respeto a su dignidad y respeto a la dignidad de la Universidad, no sé que esperas para pedirle la renuncia. Tienes las facultades para hacerlo, tú sabes que ella es responsable ante el Rector. Cada minuto, cada hora que pase como Directora de ahora en adelante es un peligro para todos: ella acostumbra a conquistar sus colinas a sangre y fuego, sin inteligencia emocional, sin respeto a la legalidad. En vez de pedirle la renuncia has mandado a la caballería que es la tristemente célebre Oficina del Abogado General –otro personaje que piensa que en la Universidad todo se hace a sangre y fuego y arbitrariedades. De quiénes te rodeas te hará juicio la historia. Por lo pronto, has mandado a los abogados de la Universidad, pagados con el dinero del pueblo, en nómina o contratados por honorarios, para una vez más intentar frenar y ocultar las responsabilidades de Felipa y usarlos contra la comunidad universitaria. ¿Por qué no le pides la renuncia inmediata? ¿Esperarás a que la guardia pretoriana que hay en la Dacsyh provoque y descontrole el movimiento legítimo de los estudiantes, a la vieja usanza de los gobiernos autoritarios en los que te formaste y participaste? ¿Cuál es el interés de sostener a Felipa? ¿La sostendrás también a sangre y fuego? Tu responsabilidad es cuidar la armonía y la filosofía humanista de la Universidad. Los estudiantes han sido propios y correctos en la evolución de su movimiento y te lo han comunicado personalmente. ¿Por qué no te presentas personalmente en la DACSYH a pedirle la renuncia a Felipa? La sociedad, toda la comunidad estudiantil de Tabasco, los medios y tu Dios, saben que estás empedrando el camino al restablecimiento de la constitucionalidad de la vida universitaria en la Dacsyh al dejar que el colapso de hoy se quede sin respuesta. Debes asumir la autoridad virtuosa de un Rector que es pedirle la renuncia a una persona que ha degradado a nuestra División llamándola “un reclusorio”, humillando a todos, jubilando con tu anuencia y a veces tu recomendación a quienes nos han hundido en la vergüenza. Todos te reconocerían temple y carácter institucional, y verían que no nada más te dedicas a organizar eventos y juguetes de chocolate. En momentos y días como éste es donde se es un Rector: promoviendo y creando justicia. Tal vez te admiraríamos incluso, y no le vendría mal un coto de legitimidad la crisis de legalidad que tiene tu reelección por haber sido avalada por una Junta de Gobierno que tenía su periodo vencido –aunque argumentes que sí podían, hay una Constitución y principios que están por encima de juicios de valor. Debes ser virtuoso hoy, frente al colapso que provocó Felipa y que por estas horas estás permitiendo y defendiendo. Porque como tú mismo has dicho públicamente, la mujer del César no solamente tiene que ser virtuosa sino parecerlo.
Tal vez no le haya gustado al Rector, tal vez muchos se asustaron al leer los señalamientos que le hago. En la democracia y el pluralismo las cosas tienen que decirse llanamente, si no, para qué tanto discurso sobre derechos humanos. Su manejo del colapso de la Dacsyh provocado por esa directora no es el apropiado: querer formatearlo con abogados y “mediadores” cuando arde Roma denota que no hay voluntad. Por eso fui claro, firme y preciso en ese telegrama para pedirle que le exigiera la renuncia a Felipa, así como las razones por la cual debía hacerlo: de entre todas, la que más peso tiene por su universalidad es haber violado derechos humanos y haber sumido en la vergüenza a la Dacsyh. Son poderosas razones que no obedecen a un juicio de valor personal sino a la objetividad.
Todos vimos qué sucedió: la protegió, le dio más tiempo y ni por asomo le pidió la renuncia, al menos no se sabe si le pidió la renuncia. Lo que hizo que esa directora pasara al siguiente nivel: el descaro. Seguramente cierta de que si “aguanta la lumbre” como ellos dicen, salva su lugar en su república bananera, en ningún momento del día tuvo la intención de renunciar o presentar disculpas y reconocer que su ciclo había terminado, como le dijeron los estudiantes en la reunión del auditorio. Nada. Así que lo siguiente que hace es salir a hablar con los medios. Desatada, a descalificar al movimiento y a señalar a un culpable. La radio XEVT titula el video de sus declaraciones: “La académica acusa que hay profesores detrás de la protesta por ser señalados por venta de libros, calificaciones y acoso”. A la pregunta del reportero “¿Podría haber un maestro que está detrás de todo esto?”, esa directora responde: “¡Por supuesto, por supuesto, está Freddy Domínguez Nárez, y ustedes medios de comunicación han visto lo que ha estado escribiendo en sus redes sociales por que él enfrentó un procedimiento”. Gracias, gracias, gracias. En su desesperación me difama y me acusa de estar organizando un movimiento del cual no conozco a su líder (quien de hecho avaló mi persecución en el Consejo Divisional el año pasado pues la representante de los alumnos votó alineada con esa directora, en mi contra), y sobre todo que ofrece como prueba los artículos que he publicado no en mis redes sociales sino en la revista Politicus Magazine. Esa directora debería de saber, que cuando escribo mis artículos en una revista –o incluso en mis redes– estoy ejerciendo periodismo de análisis, y me protegen los artículos 6 y 7 de la Constitución, que garantizan la libertad de expresión. El asunto es que sí enfrenté un procedimiento donde fui víctima, por eso tengo dos amparos, y sí fue un libro pero no como ella lo cuenta sino al revés. Todo eso está en mi libro La confabulación, publicado en octubre de 2023 y que puede descargarse gratuitamente, al final de este artículo.
Los estudiantes también reclamaron a esa directora, poco después, en la reunión en el auditorio, que los había difamado diciendo que estaban alcoholizados en su protesta. Esos supuestos “alcoholizados” pueden verse en los videos totalmente sobrios, y como ya dije, precisos, con un lenguaje apropiado y especializado –el pliego petitorio está impecable en su terminología.
El descaro tuvo su momento cumbre. Fue cuando esa directora habló en el auditorio a petición de los estudiantes que le preguntaron que dijera SÍ o NO iba a renunciar. Entonces esa directora en vez de responder, empezó a revictimizar a una de las alumnas que previamente había expuesto su caso, para poder encuadrarla en que era la alumna y no ella quien había cometido errores en el protocolo de hostigamiento sexual y su denuncia. En ese momento sobrevino una acción Magna de los estudiantes. Todos, absolutamente todos, se levantaron y abandonaron el auditorio declarando que se iban al paro.
El descaro también consistió en que, lejos de mostrar una actitud de conciliación y humanismo, se dedicó a descalificar, a ignorar, a tratar de imponer su voluntad. Las tres carreras de Derecho, Sociología e Historia nunca de los nunca se habían unido para nada, como lo reconocen los mismos estudiantes. Ahora son un grupo compacto con una petición firme: la renuncia de la Directora.
El descaro de esa directora se precisó también porque a pesar de que el Profesor Nicolás Haddad López –que también fijó su posicionamiento de apoyo a los estudiantes firme y claro pidiendo la renuncia de la directora– y de otros profesores que acompañaron a los estudiantes en la manifestación sobre el Boulevard Bicentenario, esa directora se comportó como si estuvieran violando el reglamento ellos y no ella. Los administrativos de esa directora, los trabajadores sindicalizados y profesores también están a favor de que renuncie. Pero son prudentes, algunos por política sindical y otros porque tienen el temor fundado de que en el Consejo Divisional donde ella es una superjuez apócrifa, los inviten un día a pasar a ser notificados de algún procedimiento administrativo que les harían tipo “aquí entre nosotros, que nos queremos tanto.” Y nadie quiere vivir ese infierno.
Una vez que se encendieron las luces rojas en la Rectoría por la mañana, al comprobar que sí se iba a llevar a cabo la manifestación, esa directora y sus asesores abrieron lo que podemos llamar el Manual de Procedimientos Autoritarios. Es decir, todo lo que ella hizo durante el día no es casualidad. Es un viejo manual, que ya no se usa tal cual, de manera arcaica, como lo utilizaron hoy. Sólo los agentes autoritarios que no se sofisticaron con el nuevo milenio se atreven a ejecutarlo acartonadamente. En esa versión caduca del Manual hay varios pasos señalados. El primer paso es instalar una mesa de diálogo para que los manifestantes bajen la guardia y negocien las peticiones hasta llegar a nada. El segundo paso es buscar un motivo que justifique que los manifestantes se manifiestan porque hay personajes oscuros que los manipulan y a los que se les ha tocado sus intereses (esa directora dijo que había profesores detrás y que querían su renuncia porque había llegado a limpiar “el cochinero” que era la Dacsyh –noten que califica de “cochinero” a su propia División). El tercer paso desacreditar a los manifestantes de que son manipulados por alguien o por una organización (políticos, partidos, comunistas, terroristas, etc). El cuarto paso es precisamente decir que los manifestantes están alcoholizados o que no pertenecen al gremio, que hay agentes externos. El quinto paso es salir a decir el nombre del culpable directamente a los medios, para que quede marcado por el solo hecho de que lo dice una autoridad, aunque no tenga pruebas (en los viejos tiempos simultáneamente el ministerio público ya tenía integrada alguna averiguación para hundirlo). Los tabasqueños reconocemos bien esos pasos porque se lo aplicaron a Andrés Manuel López Obrador y a sus seguidores durante doce años, y antes de él, a todos los opositores del régimen autoritario en México. ¿Reconocen ustedes alguno de esos pasos en la jornada de hoy?
#VideoVT 📹 La académica acusa qué hay profesores detrás de la protesta por ser señalados por venta de libros, calificaciones y acoso pic.twitter.com/BhiLRx2jNc
— xevt – xhvt (@xevtfm) March 14, 2024
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