Politicus Magazine
El Doctor Martín Félix García ha sido restituido en su cargo como Magistrado del Tribunal Superior de Justicia. Sin embargo llega con su pluma derramando tinta por firmar la defensa de una autoridad universitaria que ejecutó violaciones probadas a la Constitución y a los derechos humanos de un investigador de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades de la UJAT.
Hasta hace algunas semanas el Doctor Félix García se desempeñó como Director Jurídico de la Oficina del Abogado General de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT). Ahí encabezó un equipo de abogados que defiende la violación de derechos humanos cometidos por la Directora de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades en contra del Doctor Freddy Domínguez Nárez, Profesor Investigador con más de veinte años de antigüedad y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONAHCYT. Esa persecución ha sido denunciada por el prestigioso periódico La Jornada Veracruz en su artículo “La confabulación”. Politicus Magazine publicó a su vez el artículo “Frenesí en la república bananera Ujat y Dacsyh”. El Doctor Domínguez Nárez también escribió un libro de reciente aparición titulado La confabulación. Una persecución como las nuestras. Crónica de una infamia. El libro pueden descargarse gratuitamente al final de este artículo. También en www.politicus.press y www.politicusmagazine.com
Curiosa su relación con la injusticia la de este Magistrado. Ha conocido el frente y el reverso de la moneda. La ha sufrido y la ha promovido. En dos momentos distintos de su desarrollo.
De acuerdo a los expedientes a los que tuvo acceso Politicus Magazine, el Dr. Félix García es uno de los que estuvo al frente de la persecución del investigador de la UJAT. Dicha persecución fue un montaje de la manera siguiente: el investigador asignó a sus alumnos su libro Introducción al litigio de amparo, y éstos lo adquirieron con el editor, con un descuento del 60%. La Directora de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades abrió un procedimiento administrativo sancionador aduciendo que esto era una “falta grave”. Sin embargo, según se pudo comprobar, esa “falta grave” no existe en ninguna legislación. Además, el libro no está libre de derechos de autor, y la Universidad no tiene el sistema de libros de textos gratuitos. Antes bien la Constitución y la Ley Federal de Derechos de Autor garantizan que todo autor tiene derecho a cobrar regalías por su obra. Y está tipificado como un derecho humano.
La Directora hizo que el Consejo Divisional –formado por sus subordinados– la invistiera con facultades para ser, al mismo tiempo, acusadora, investigadora y juzgadora. Con esto cometieron abuso procesal, ventaja procesal, invasión de jurisdicción, abuso de poder, abuso de autoridad, acoso laboral, y uso indebido de recursos públicos, por los costos e insumos que todo esto genera. Es decir, que los impuestos de la sociedad son utilizados para sufragar persecuciones académicas. La resolución de la Directora y el Consejo Divisional fue la suspensión del investigador por un año sin goce de sueldo. Un Juez de distrito evitó la ejecución de tal sanción al concederle al Dr. Domínguez Nárez la protección de un amparo.
En el artículo de La Jornada Veracruz firmado por el intelectual Lorenzo León Diez, y en el libro del Doctor Freddy Domínguez Nárez, se cuenta que a principios de este año dos profesores de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades fueron acusados de vender calificación. En efecto, el Rector de la UJAT declaró en los medios de comunicación que en vez de destituirlos les ofrecieron la jubilación. Poco después, destituyeron a 15 profesores en la División Académica de Cunduacán por venta de tesis. Las presiones y protestas no se hicieron esperar: por qué a la División de Ciencias Sociales y Humanidades se les premiaba con la jubilación y a las otras Divisiones se les aplicaba el reglamento.
Un error que los jerarcas de la UJAT se apresuraron a corregir persiguiendo a uno de sus investigadores para demostrar que a todos se les trataba igual.
Un investigador graduado con Mención Honorífica en la Universidad de la Sorbona, donde fue becario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), autor de libros publicados en las editoriales más prestigiosas del país y del extranjero como Porrúa, UNAM, Fondo de Cultura Económica, Juridica & Law Press, Presses Universitaires du Septentrion, ANRT-Université de Lille, Université de la Sorbonne-Nouvelle Paris III, la Maison des Sciences de l’Homme, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de la Cultura de Francia. Un académico que es autor y/o coautor de 17 libros tanto especializados en constitucionalismo y ciencias políticas como de poesía y narrativa, fundador de la Revista Internacional Políticas y constitucionalismo, Campeón Nacional de Oratoria, Premio Nacional de Ensayo Político “Alfonso Reyes”, galardonado por la UJAT con la medalla “Benito Juárez”, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y del Centro de Investigaciones Interuniversitarias sobre Campos Culturales de América Latina (CRICCAL) de la Universidad de la Sorbonne-Nouvelle Paris III desde 1998. También ha sido clasificado por la prestigiosa revista Letras Libres como uno de los mejores poetas del país.
El Doctor Domínguez Nárez promovió un amparo indirecto y el Juez de distrito le acordó la suspensión definitiva porque se le violaron sus derechos humanos. También porque la desproporcionada sanción se fundamentó en un artículo del Estatuto Académico de la UJAT que es inconstitucional. Inaudito pero cierto.
Y aquí es donde hace su aparición el ahora Magistrado. Una vez notificados del amparo, la Oficina del Abogado General de la UJAT cuyo Director jurídico era el ahora restituido Magistrado del Tribunal Superior de Justicia, se hizo cargo de la defensa de la Directora de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades. El Dr. Martín Félix García firmó los informes justificados del Abogado General que les solicitó el Juez de distrito, y firmó varias impugnaciones que promovieron como recursos de queja y de revisión contra el amparo del profesor investigador. El objetivo era lograr, a como diera lugar, que no le otorgaran la protección constitucional al Doctor Domínguez Nárez.
Cuando un Juez de distrito le da procedencia a un amparo es porque ya se asomó al fondo del asunto y encontró violaciones a derechos humanos.
Por lo tanto, las autoridades universitarias debieron haber detenido la persecución del investigador. Continuaron intentando “voltear” el amparo para poder destruir al investigador con sus procedimientos a modo. Lo que indica que el Dr. Martín Félix García lidereó un ataque.
Ése no es el único contacto con la injusticia de este Magistrado. Si bien hasta hace unas semanas promovió la injusticia contra un investigador de la UJAT, el otro contacto lo tuvo hace unos años como víctima. En 2014 fue destituido injustamente como Magistrado del Tribunal Superior de Justicia. Ser destituido injustamente es una de las mezquindades más grandes que existen. El Doctor Martín Félix García tuvo que atravesar el desierto, y en el desierto, en esos casos, todos los caminos llevan al juicio de amparo. Como en esa ocasión a él también le violaron sus derechos humanos, su amparo procedió. Hace unos días se hizo la ejecutoria y fue restituido en su cargo.
En su paso por la UJAT en vez de asumir la racionalidad jurídica para evitar violaciones a los derechos humanos de los académicos, algo que él vivió en propia persona, pasó a ser defensor de esas violaciones.
Es uno de los movimientos pendulares de la ética más impresionantes de que se tenga registro.
¿Cuál será su concepto de injusticia?
Freddy Domínguez Nárez
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